Las romerías en Zelatun, ubicadas en las faldas del monte Hernio en el corazón de Gipuzkoa, son un evento único que cada año atrae a locales y visitantes a disfrutar de una jornada llena de música, baile y una conexión profunda con las tradiciones vascas.
Las romerías en Zelatun, ubicadas en las faldas del monte Hernio en el corazón de Gipuzkoa, son un evento único que cada año atrae a locales y visitantes a disfrutar de una jornada llena de música, baile y una conexión profunda con las tradiciones vascas.
Un Lugar de Encuentro: Zelatun y el Monte Hernio
Zelatun es un paraje que se sitúa entre los valles de Tolosaldea y Urola, justo a los pies del monte Hernio, uno de los picos más emblemáticos de Gipuzkoa. Este entorno, con su verde paisaje y vistas espectaculares, se convierte en el escenario perfecto para las alegres romerías. Subir al Hernio ya es, en sí mismo, una experiencia gratificante, pero hacerlo en días de romería añade un componente cultural que convierte la jornada en algo inolvidable.
El Hernio es conocido no solo por su belleza natural, sino también por ser un punto de encuentro para los amantes de la montaña y la cultura vasca. Durante los domingos de septiembre, Zelatun se llena de vida con las romerías, que son una manifestación vibrante de la identidad local.
La Romería: Música, Danza y Buen Ambiente
Uno de los elementos más característicos de estas romerías es la música de la trikitixa, un estilo de música que une el ritmo del pandero con un tipo de acordeón diatónico que forma parte esencial de la música tradicional vasca. Desde temprano en la mañana, los trikitilaris (intérpretes de trikitixa) comienzan a tocar, llenando el aire con melodías que invitan a bailar. La música es el corazón de la romería, creando un ambiente festivo que envuelve a todos los presentes.
En Zelatun, el baile es casi inevitable. Tanto jóvenes como mayores se dejan llevar por el ritmo de la música, participando en danzas tradicionales que han pasado de generación en generación. El ambiente es de alegría compartida, donde no importa si eres un bailarín experimentado o un principiante; lo importante es disfrutar del momento y dejarse llevar por la energía colectiva.
Fandango, arin-arin, porrusalda y trikitixa se bailan suelto en corro, la “kalejira” en corro pero dándonos la mano y de vez en cuando para descansar un poco, algún vals, pasodoble o algo para bailar agarrados.
Las romerías en Zelatun no son un evento reciente, sino una tradición que ha perdurado a lo largo de los años, reflejando la importancia de la música y el baile en la cultura vasca. Estas celebraciones son más que una simple fiesta; son una reafirmación de la identidad y la cohesión comunitaria. Cada domingo de septiembre, Zelatun se convierte en un microcosmos de la cultura vasca, donde las tradiciones se viven y se comparten.
Una tradición que se mantiene
Accesibilidad y Participación
El acceso a Zelatun es sencillo desde varios puntos de Tolosaldea. Las rutas están bien señalizadas, y la caminata, aunque empinada en algunos tramos, es accesible para la mayoría de los excursionistas. La recompensa al llegar es no solo el impresionante paisaje, sino también la oportunidad de sumergirse en la romería, donde la hospitalidad y el buen ambiente están garantizados.
RecorridoConclusión
Las romerías en Zelatun son una cita ineludible para quienes deseen experimentar de cerca la cultura vasca en un entorno natural privilegiado. Los domingos de septiembre, Zelatun se transforma en un espacio donde la tradición, la música y la naturaleza se encuentran, ofreciendo una experiencia que deja una huella profunda en todos los que participan. No te pierdas la oportunidad de formar parte de esta celebración única, donde cada nota de la trikitixa y cada paso de baile cuentan una historia que ha sido parte de la vida vasca durante generaciones.
El último domingo de septiembre coincide con varias ferias especiales que se celebran alrededor del macizo de Hernio.
Asteasu, Goiatz, Tolosa.
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